Deseret y La Abeja
Cuando
llegamos a la historia de los Jareditas y su preparación para emigrar, se
menciona, dentro de las cosas que llevaban, a la abeja obrera que les proveería
de miel, un alimento de muchas propiedades saludables. El nombre con el que
llaman a esta abeja es “Deseret”, palabra que ha llegado a ser un símbolo de
industriosidad para el pueblo SUD.
El primero
en intentar entender el origen de esta palabra del Libro de Mormón ha sido HughNibley, un erudito lingüista que ha aportado un caudal de investigaciones a los
académicos de BYU. Él establece la relación1 de esta abeja con la abeja egipcia
que era símbolo de los faraones del bajo Egipto, que posterior a la unificación
del Alto y Bajo Egipto quedó como un elemento de prefijo para el cartucho que
contendría el nombre real del Faraón.
Aunque la
abeja junto al nombre del faraón es traducida como Bity, lo interesante es la
relación que tiene la abeja con la Corona que representaba al bajo Egipto. Esta
corona, como se puede encontrar en Wikipedia, es la corona Roja, llama
Desheret, transcrito dsrt, y está asociada a la abeja. La abeja fue también un
símbolo del reino que tenía como capital Busiris, y que fue conocido como el
reino de la abeja.
Esto
establece la relación de la abeja con las letras dsrt, de igual forma como el
Libro de Mormón relaciona a la abeja obrera con las mismas letras.
1 Nibley,
Hugh. Abraham in Egypt, pp. 225-45. Salt Lake City, 1981.
Nibley,
Hugh. Lehi in the Desert and The World of the Jaredites, There Were Jaredites. CWHN 5:189-94, 319-22.
Comentarios
No es extraño que tememos a las abejas porque no entendemos su justicia al igual que nosotros no vamos a entender la justicia de Sión y temer renunciar a lo que creemos que es nuestro por derecho. Nos gusta pensar que el trabajo del conserje es menos valioso que el ingeniero pero nunca veremos eso en la colmena de abejas. La abeja enfermera, la abeja obrera, y la abeja guardia, todos son iguales y comparten por igual la abundancia de nuestra Madre la Tierra ofrece. Esto es así porque las abejas saben que no se ha dispuesto que un hombre posea más que otro; por consiguiente el mundo yace en el pecado. (D. y C. 49:20)
Un comentario interesante que encontré concerniente las abejas.
Greg Norton